Seguramente estaréis pensando que al final va a ser cierto que el Peseto Loco está loco, pero no… y ahora lo vais a entender.
Lo primero es que la justificación del 1/30 en realidad no estaba debidamente justificada o mejor dicho, lo que pretendía justificar el 1/30 en realidad era asumir a las VTCs como una competencia directa dentro del mismo ámbito de trabajo. Es decir, nuestro verdadero problema no es en realidad el número de VTCs que haya sino su manera de trabajar y el ámbito territorial donde operan, de la misma manera que a las farmacias no les preocupa cuantas parafarmacias haya sino que estas no vendan medicamentos. La defensa que el Taxi tiene planteadas en sus actuales demandas lo que hace es diferenciar ambos sectores, y la justificación del 1/30 lo que hacía era precisamente reconocerlos como competencia directa y nos perjudicaba y desviaba la atención del asunto fundamental que es la falta del título habilitante que necesitan las VTCs para poder operar en suelo autonómico y municipal. También desvía la atención de las ayudas del estado que las VTCs han recibido tanto con el decreto Ábalos como ahora por la «ley Uber» de Ayuso, que también quedaba blanqueada por esa justificación del 1/30 que reconocía que ambos sectores competíamos por el mismo trabajo y en el mismo ámbito. Es decir, que el 1/30 funcionaba de tapón !!
¿Y ahora qué?
La prensa lo va pintar como el fin del mundo para nosotros cuando eso no es así y os explico por qué:
1. Lo que diga Europa en este caso no es vinculante, aunque sí que puede ir en esa línea la sentencia final de nuestro país, entre un 60-70 % de posibilidades.
2. En caso de que posteriormente el supremo tumbe el 1/30 en España, deberá realizarse un estudio de impacto y poner una contingentación nueva basada en los resultados de ese estudio, en función de la rentabilidad tanto de la propia VTC como de su competencia más directa, el Taxi. Pero también por cuestiones de tráfico y medioambientales. Pero tened claro que si no es la contingentación del 1/30 será otra y no va a quedar completamente liberalizado.
3. Ni siquiera las empresas vtcs van a querer más concesión de autorizaciones y no solo porque verían reducidas drásticamente la rentabilidad de sus vehículos sino porque si ya a día de hoy tienen la mitad de su flota parada (al menos en Madrid) debido a que no encuentran conductores que acepten sus precarias condiciones laborales, ¿para qué van a querer aún más coches para tenerlos también parados y obviamente generando un millonario gasto añadido a cambio de facturar 0 euros más?
Nuestra guerra no es que haya menos VTCs sino que no trabajen como Taxistas y encima con autorizaciones estatales que únicamente les permiten realizar servicios supra-autonómicos, es decir, de una Comunidad Autónoma a otra Conunidad Autónoma.